Enfermo que come, no muere reza un dicho popular que sintetiza lo que expertos de la salud señalan al considerar que la dieta de un paciente es trascendental en la recuperación de su salud; sin embargo, en los últimos días, los hospitales públicos de Guatemala han mostrado cierta deficiencia en el servicio ante la carencia de recursos económicos.
Pero… ¿cuál es el precio de alimentar a los centenares de personas que día a día acuden en busca de atención médica gratuita? Para muestra un botón, el hospital San Juan de Dios, cuya provisión de tres menús diarios a los internos y al personal, requiere de una inversión aproximada de 20 mil quetzales por día.
Rebeca Hernández, jefe del Departamento de Nutrición y Dietética del hospital general San Juan de Dios, explica que el menú que, se cotiza más alto es el almuerzo, por la inclusión de elementos como “carne, pollo o algún producto similar”.
Hernández señala que el valor aproximado por desayuno es de cuatro a cinco quetzales, al igual que la cena; en tanto que, el almuerzo puede ser de seis a nueve quetzales. En el caso de las dietas especiales, el costo se mantiene o es menor.
En el caso de las dietas especiales, Hernández detalla que lo que se hace es jugar con los mismos insumos asignados al día. Por ejemplo, si se prepara pollo y zanahorias con mantequilla para quienes no tienen restricciones, en el caso de las dietas semisólidas se puede elaborar un puré con los mismos ingredientes.
El promedio de personas que alimenta el nosocomio es de 600 con dieta basal (libre), entre 250 y 300 con dieta específica y a 300 empleados. Además, se le ofrece alimentación (atol y un pan) a quienes llegan a donar sangre y tras la evaluación de una trabajadora social, también a algunos de los padres de los pequeños internados en pediatría.