Mientras que el ministro de Salud Luis Enrique Monterroso sospecha que existen robos de alimentos en los centros hospitalarios del país, las cocineras del hospital general San Juan de Dios se comen las uñas por la angustia de no tener insumos para ofrecer una comida digna a los pacientes.
Este viernes, los trabajadores de la alacena y de la cocina del Hospital General, manifestaron su preocupación ya que no cuentan con verduras, carnes, embutidos, huevos y lácteos para ofrecer alimentar a los cerca de 600 internos y al personal de esa institución.
“A veces no sabemos qué hacer. En ocasiones damos arroz con Protemás, pero la gente lo rechaza porque dice que no les gusta”, manifestó un grupo de cocineras, quienes agregaron que este viernes recibieron insumos, pero que han sido donaciones.
Una distribuidora de carnes envió 600 libras de pollo, que durarán pocos días, debido a la exigencia de alimentación que requieren los pacientes.
Sergio Santizo, de la Procuraduría de los Derechos Humanos, dijo que se encuentran desde este jueves en ese lugar, ya que han recibido denuncias que señalan la falta de insumos.
A pesar de que la situación es difícil desde octubre, los encargados de la alacena indican que las últimas tres semanas no saben que hacer para no dejar a la gente sin alimentación.
“Algunas personas que tienen familiares que viven cerca les traen su comida, pero otros vienen de los departamentos y deben conformarse con lo que se hace”, agregaron las cocineras, que apuntan que este ha sido el periodo que más han sufrido con desabastecimiento de alimentos.
“Ni en los tiempos de Alfonso Portillo sufríamos tanto como lo estamos haciendo ahora”, recalcaron las señoras que agregaron: “No somos ladrones como lo han querido hacer ver, nos preocupamos por la gente”.