Se abre el telón de la Gran Sala Efraín Recinos. Salen unos bailarines en sillas de ruedas, pareciera una obra normal, pero no lo es. Los bailarines y los artistas pertenecen a la Fundación de Artes Muy Especiales, son actores con capacidades diferentes y dan un show de primer nivel dirigidos por el productor Fran Lepe.
Parecieran volar, dan la idea que la silla de ruedas es un accesorio. Hacen piruetas, dan vueltas para atrás con las manos y se ven por momentos levitar, hacen énfasis al nombre de la obra: “Alas de Libertad”.
Los aplausos retumban en la Gran Sala. El silencio toma el escenario cuando aparece un actor interpretando a Walter Peter, fundador de la Fundación. “Espero algún día encontrar a la mujer perfecta”, dice el personaje cuando de pronto sale Álvaro Aguilar e interpreta su tema: “Mujer”, a dueto Julio César Carcía, no vidente; mientras la acróbata aérea Alejandra Fiallo descendía desde el techo al escenario en un lienzo blanco.
Se escucha el ritmo del flamenco. Se oye el zapateo en la duela de madera en la sala. En una pantalla colocada al fondo se lee: “Baile de discapacidad intelectual”. Luego viene el baile español. Se observa una coordinación impecable entre las siete bailarinas con problemas auditivos, de pronto en la pantalla se observa: “esto es lo que ellas escuchan”, la música desaparece y la coreografía sigue perfecta, intacta, no hay cambio, llevan la cuenta del compás con puntualidad.
El ritmo de la cumbia llega a la velada. El grupo Los Miseria Cumbia Band interpretan "No se Acaba el Amor" con un niño con discapacidad intelectual.
No se escucha más música. No hay más ritmos ni presentaciones teatrales. Un joven en silla de ruedas se apodera de la audiencia. “Toqué la puerta de esta fundación con la esperanza de que un artista declamara mis poemas. Pero el Señor Peter, me dijo de que eso no era necesario. Me dijo que yo mismo podía declamar mis poemas siendo un artista con capacidades diferente”, dijo el joven poeta mientras aparecen todos los artistas e invitados que participaron en la gala. El público se puso de pié y con aplauso ensordecedor se despide la velada con “Alas de libertad”.
