La París-Roubaix 2015, ganada por el alemán John Degenkolb, es una de las clásicas ciclistas más famosas del mundo. Por su historia, por su palmarés y por la notable dificultad de su recorrido. Sin embargo, este domingo los ciclistas estuvieron al borde de la tragedia en un cruze cuando iba a pasar un tren.
Cerca del pueblo de Wallers, en el noreste de Francia, el paso del pelotón se vio interrumpido por la repentina bajada de las barreras frente a las vías. Una señal que casi la mitad del pelotón ignoró para no verse descolgado de los primeros corredores que ya las habían superado.
Una decisión irresponsable de los deportistas, que ni siquiera los policías que escoltaban al pelotón pudieron impedir. Únicamente cuando un tren de alta velocidad llegaba al cruce, un policía motorizado consiguió frenar a los últimos ciclistas del grupo, aunque no a todos, pues aún dos o tres más se lanzaron al otro lado de la vía al tiempo que alguno protestaba con vehemencia al agente por no permitirles avanzar.
* Tomado del sitio ABC.es