El presidente Pérez Molina anunció que a finales de abril tomaría una decisión sobre el futuro de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). A tan solo unos días de que se cumpla ese plazo, la incógnita continúa.
Sin embargo, los últimos acontecimientos sobre la desarticulación de "La Línea" a cargo de la comisión y el Ministerio Público han reforzado su imagen de cara a la opinión pública.
El 4 de septiembre de 2007, la comisión empezó su operativo en Guatemala. Hacemos un repaso de los números que han dejado las investigaciones de casi ocho años:
Logros en capturas en estructuras paralelas en el Estado:
Además, cientos de oficiales de la Policía Nacional Civil (PNC) implicados en casos de corrupción
En contraste, las cifras de operación parecen razonables:
¿Debe seguir la CICIG trabajando en Guatemala?
Varios analistas políticos señalaron la importancia de la continuidad de la CICIG en el país. Su labor en estos años ha sido fundamental para desarticular los Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos (CIACs).
"La CICIG ha ganado una reposición política y mayor legitimidad en los últimos días", aseguró Jose Carlos Sanabria, coordinador político de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES).
Además, el analista político Phillip Chicola aseguró que el Gobierno ha perdido su credibilidad, por lo que consideró fundamental la renovación del mandato.
En caso contrario, se podría entender como "una posible implicación en temas de corrupción".