Tomar la decisión de convivir con tu pareja implica asumir nuevos desafíos. Pero si el espacio al que van a mudarse es pequeño, el reto será aún mayor. Para que esto no sea un conflicto, te damos algunos consejos sobre cómo utilizar los espacios:
- Crea zonas dentro de los ambientes: aunque no puedas darte el lujo de tener varias habitaciones separadas, sí puedes ingeniártelas para crear nuevas zonas en una misma habitación. Lograr un nuevo espacio es posible colocando un pequeño armario, un biombo o una mesita y una silla que dividan el ambiente.
- Evita el desorden: crea el hábito de guardar y ordenar las cosas a medida que las utilizas y emplea soluciones para un almacenamiento inteligente. Así podrás mantener las cosas fuera de vista. Deshazte de lo que no necesitas, no dejes que cosas que no utilizas ocupen ese espacio que tanto necesitas.
- Que haya luz: una buena entrada de la luz natural puede hacer que un espacio modesto parezca mucho más grande. También puedes colocar espejos a lo largo de la habitación para reflejar esa luz y hacer que el cuarto parezca más espacioso. De la misma forma, si vas a pintar, utiliza colores claros, que no absorban la luz.
- Utiliza todo el largo de las paredes: pensar en horizontal también tiene sus ventajas pues cuanto más despejada esté la línea de visión, más lugar parecerá que hay. Si hay una pared que no cumple ningún propósito y bloquea la vista o tienes un mueble viejo que podría ser reemplazado por uno de vidrio, hazlo y seguro notarás la diferencia.
- Sé funcional: haz que los espacios estén basados en sus hábitos personales. Si tu pareja y tú nunca cenan en la cocina, por ejemplo, quita la mesa y reutiliza el espacio. Asegúrate de mantener despejadas las áreas más usadas para permitir el libre movimiento.
Tomado de discoverymujer.com