La crisis política que sufre Guatemala ya golpea fuerte al país a nivel internacional, principalmente con las calificadoras de riesgo. Este miércoles, Moody´s emitió opinión sobre la perspectiva económica para el país, la cual señaló de negativa.
Empujada por la crisis en la Administración Tributaria, así como por el arresto del presidente del Banco de Guatemala, Julio Suárez, señalado de fraude, Moody´s decidió cambiar la perspectiva para el país de “estable” a “negativa”.
La calificación soberana se mantiene en Ba1 con perspectiva Negativa, según detalla el comunicado de prensa de Moody´s publicado este día y replicado por medios internacionales.
Según Moody´s, existe una grave probabilidad que los acontecimientos políticos que suceden en Guatemala afecten negativamente a la estabilidad macroeconómica y la solidez financiera del Gobierno, “la cual sigue siendo baja”.
Pero, para la calificadora de riesgo, el problema no termina con la crisis que afronta el Gobierno sino que prevén que pese a que las elecciones se celebren en septiembre próximo, “el presidente Otto Pérez Molina no sería capaz de terminar su mandato y un gobierno interino tomaría su lugar”, añade el comunicado.
Rebaja merecida
Consultado al respecto, el analista económico del Central American Business Inteligence (CA-BI), Paulo de León, señaló que era un resultado esperado y lo etiquetó de normal, ya que esta calificadora internacional debió bajar la calificación para el país hace mucho.
De León señala que la economía guatemalteca se encuentra sana y pujante, pero existe un grave problema de percepción a nivel internacional ya que los inversionistas se encuentran temerosos de venir al país con la grave crisis que enfrenta el actual Gobierno.
El consultor de CA-BI sostiene que si la crisis política continúa unos meses más, el factor económico más castigado será la inversión extranjera directa. “La crisis pega más fuerte fuera del país que adentro”, concluyó De León.
El ex ministro de Finanzas, Eduardo Weymann, señala que retomar el rumbo, una de las primeras medidas que debe tomar la actual administración es sustituir al presidente del Banco de Guatemala, Julio Suárez, mientras éste aclara su situación en tribunales, donde está ligado a proceso por el caso IGSS-Pisa. "El país entero no debe pagar el costo del problema que lamentablemente afecta a Suárez", sentenció.