A las puertas de la entrega del informe del tercer año de mandato del gobierno de Otto Pérez Molina, Soy502 hizo un examen de la rotación en la cúpula del Organismo Ejecutivo: ¿qué ministros han sobrevivido al ejercicio real del poder y cuáles han cambiado?
De los 14 ministros que iniciaron la administración del Partido Patriota (PP), solo cinco continúan en sus puestos, es decir, una tercera parte (ver la gráfica interactiva del inicio).
La falta de cuadros técnicos capacitados para hacer gobierno, un problema constante en los partidos políticos de Guatemala, es uno de los orígenes de la rotación en la cúpula gubernamental, coinciden los analistas Phillip Chicola y Virgilio Álvarez.
Otro problema fueron las alianzas forjadas en la coyuntura electoral que luego se quedan sin sustento político y programático. Un ejemplo es el caso del canciller Harold Caballeros y el primer ministro de agricultura, Efraín Medina, ambos del partido Visión con Valores. Los dos salieron al final del primer año.
Las disputas de poder en la dupla presidencial también han influido en los cambios de ministros. Según Chicola, la situación en el Ministerio de Agricultura sería un reflejo de las pugnas de autoridad entre el mandatario y la vicepresidenta. El ministro Elmer Lopez fue elegido por Pérez Molina, mientras el viceministro José Linares, por Roxana Baldetti. “La dinámica de trabajo entre ellos es prácticamente nula, porque cada uno de ellos responde a diferentes autoridades y diferentes intereses”, asegura Chicola.
Al menos tres de los ministros que han permanecido en sus cargos están directamente ligados al sector empresarial: Sergio de la Torre, en la cartera de Economía; Carlos Contreras, en la de Trabajo, y Erick Archila, en Energía y Minas. La ministra de Educación, Cynthia del Águila, también es clasificada por los analistas políticos como un cuadro que contaría con la bendición de los empresarios organizados.
También sigue firme en su posición el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, cuya relación con Pérez Molina se remonta a varios años atrás. "Ha sido disciplinado con el general", asegura Álvarez. Pese a los señalamientos contra López Bonilla, surgidos en el juicio donde se acusa al reo Byron Lima de dirigir una red de corrupción en presidios, el ministro ha permanecido inamovible.
¿Qué se puede esperar del gabinete en 2015? Según Cichola, “vamos a ver más de lo mismo”: improvisación, falta de cuadros técnicos, cambios por pugnas de poder y lealtades que resultan más fuertes que procesos judiciales.