El Cuerpo de Bomberos Voluntarios experimentó una semana dura, al sumarle a sus dificultades cotidianas un accidente que significó la amputación de una extremidad inferior de uno de sus miembros y, por otro lado, la salida del aire de su línea telefónica de emergencias.
El primer incidente se registró el pasado 18 de enero en la ruta Interamericana, cuando un conductor ebrio chocó contra la unidad en la que dos socorristas se desplazaban para atender una emergencia.
A raíz de la colisión, Rolando Caal resultó gravemente herido, al igual que Henry Alberto Hernández, quien, incluso, sufrió la amputación de una pierna.
Sumado a ello, la madrugada del 22 de enero el número de emergencias de los Bomberos Voluntarios dejó de funcionar por una dificultad técnica que no ha sido aclarada. Todo empezó alrededor de las 2:00 horas y se extendió hasta el mediodía, situación que impidió que varios guatemaltecos fueran atendidos.
El oficial Benjamín Salazar, encargado del turno afectado en la cabina del 122, explicó que aunque la madrugada es uno de los horarios en los que se experimenta una baja en las llamadas, no deja de ser preocupante la cifra de personas que dejaron de recibir sus servicios.
Dijo desconocer el motivo real de la pérdida temporal de la línea, aunque aclaró que la hipótesis que se maneja es que se trató de un robo de cableado.
La cabina del 122 se ubica en el interior de la estación central de los bomberos del casco negro y maneja un aproximado de 75 mil llamadas al día, de las cuales el 70 por ciento son una broma o una falsa alarma.
El vocero del cuerpo bomberil, William González, hizo un llamado a la población para tomar consciencia de la importancia del servicio y evitar los llamados falsos que pueden impedir que se atienda una emergencia verdadera y que además ponen en riesgo la labor de rescate.
