El Barcelona respondió a la goleada del Real Madrid con un sufrido triunfo en Balaídos frente al Celta de Vigo, al que doblegó con un solitario gol del defensa francés Jeremy Mathieu de cabeza, mediada la segunda parte, y mantiene la ventaja de cuatro puntos sobre el equipo blanco.
El líder se encontró con un rival atrevido, que no renunció a su fútbol ofensivo pese a pasar por un momento de dudas en el primer tiempo, cuando el Barça logró encerrarlo pero casi ni le hizo daño por su falta de profundidad.
El Barcelona, muy desdibujado, pudo estrenar el marcador con un potente disparo de Leo Messi desde la frontal, al que respondió bien Sergio Álvarez, y los locales pidieron un penalti del chileno Claudio Bravo a Nolito.
Pero el segundo tiempo ya fue otra historia. Al Celta se le terminó la gasolina. Ya no presionó en el centro del campo e Iniesta encontró los espacios suficientes para conectar con el tridente ofensivo.
El Barcelona golpeó en una acción a balón parado: Xavi colgó al segundo palo y el francés Mathieu cabeceó al fondo de la red tras ganar a su marca en el salto.
A partir de ahí, el Celta, completamente desesperado con la actuación del árbitro Vicandi Garrido, se lanzó a por el empate pero fue Messi quien pudo sentenciar con una vaselina que se le marchó por poco.