Todavía es un misterio por resolver, pero pocos minutos después de que la Vicepresidenta Roxana Baldetti renunciara, la información empezó a propagarse: varias fuentes cercanas al gobierno y a las fuerzas armadas aseguraban que la vicemandataria había abandonado el país.
Pese a los esfuerzos de Soy502, que activó las fuentes de toda su redacción intentando corroborar a desmentir la noticia, resultó imposible verificar si la ex vicemandataria permanecía en el país o había tomado un avión, con rumbo a Panamá o a Italia, de donde posee un pasaporte.
La información recabada hasta el momento da cuenta que Baldetti habría acudido al Registro de la Propiedad a eso del medio día, para conversar con la responsable de esa institución, Anabella de León. Colaboradores del Registro aseguran que ahí se entrevistaron ambas, a puerta cerrada, en el despacho de la Registradora.
Fuentes de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad, la entidad encargada de custodiar a los altos funcionarios, afirman que la Vicepresidenta agradeció y se despidió de su personal al filo del medio día. La funcionaria se habría quedado con un edecán que la acompañó al Registro y de ahí habría salido ya en otro vehículo, que venía con seguridad propia.
Personal de alta en la Fuerza Aérea afirma que Baldetti habría abordado un avión privado alrededor de las tres de la tarde del viernes.
Fuentes del Ejecutivo seguían soteniendo que la Vicepresidenta está en su casa, a la espera de finalizar el proceso. "No puede irse porque debe ratificar su renuncia ante el Congreso", afirmó el ministro de gobernación, Mauricio López Bonilla.
Grave responsabilidad
Por su parte, el constitucionalista Gabriel Orellana señaló que si Baldetti abandonó el país habría incurrido en abandono del cargo y todos los funcionarios que habrían facilitado su partida incurrirían en gravísima responsabilidad. "Quiera o no, ella es vicepresidenta hasta que el Congreso no le acepte la renuncia y lo publique en el Diario Oficial", explicó el abogado.
Por añadidura, el procedimiento utilizado para la renuncia fue equivocado, comentó Orellana.
"El órgano ante quien la señora Baldetti debe renunciar es el Congreso de la República y ella tenía la responsabilidad de dar a conocer su decisión", sentenció el constitucionalista. "El Presidente no es su vocero. Ella se encuentra en pleno uso de sus facultades mentales, no tenía por qué valerse de él".
Orellana señaló que el precedente es el de la renuncia del doctor Francisco Villagrán Kramer, quien para ahorrarle al Estado la confirmación de su renuncia, la envió con firma autenticada.
En este caso, Orellana opinó que lo más probable es que el Congreso le pida a Baldetti que se presente a ratificar su renuncia cuando sesionen hoy por la tarde, para lo cual debe estar en el país.