Entre las múltiples sorpresas que tuvo la inauguración de los Juegos Olímpicos de Río, hubo una muy “aceitosa”.
Cuando el desfile de atletas pasaba por la letra “T”, apareció Pita Taufatofua, el abanderado de Tonga. Sin camisa, esbelto y brillante porque le habían puesto algún tipo de aceite encima, el atleta no dejó indiferente a nadie.
Las redes no tardaron en averiguar más de él: de 32 años y soltero, había llegado a Río para competir en taekwondo. En realidad no están cerca de nada, pero para ubicarla en el mapa, sus vecinos más cercanos son Fiji y Nueva Zelanda.
Pero, volviendo a este peculiar deportista, la gente no se olvidó de que había llegado a algo más que a mostrar sus músculos, así que su pelea de taekwondo no pasó desapercibida.
Sin embargo, a Pita no le fue bien y cayó por un claro 16-1 contra el iraní Sajjad Mardani. La derrota evitó que clasificara a los cuartos de final, por lo que su aventura en Río de Janeiro terminó. Eso sí, de una forma muy diferente a Michael Phelps y Usain Bolt, pasó a la historia de estos Juegos Olímpicos y tardaremos un tiempo en olvidarlo.