La madre del niño de cuatro años que cayó en el recinto del gorila en el Zoológico de Cincinnati marcó el 911 al momento del accidente y le dijo al operador que “no podía ver”.
Harambe, el gorila, al ver al menor lo arrastró por el foso como si fuera una muñeca. En ese momento ella gritó por el teléfono: “¡Él está arrastrando a mi hijo!” seguido de “no puedo ver esto, no puedo… no puedo ver”.
Ella marcó el 911 porque pensó que era la forma más rápida de notificar al zoológico lo que ocurría. Ella le pidió al operador que alertara a quien fuera necesario.
En el momento en que Harambe se quedó quieto la madre gritó: “¡quédate tranquilo!”, después de esto fue que las autoridades del zoológico le dispararon al gorila.
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Este hecho causó discusión en las redes sociales en especial con organizaciones en defensa de los animales, que han condenado a los funcionarios del zoológico por actuar de esa manera. Y otros han atacado a los padres del niño por no cuidarlo de forma responsable, incluso les responsabilizan de la muerte del gorila.
*Con información de Mashable.