La sede de la escudería de Fórmula Uno de Red Bull, en Milton Keynes, Inglaterra sufrió un asalto a consecuencia del cual los ladrones se llevaron más de 60 trofeos conseguidos por el equipo en la máxima competición automovilística, aunque la mayoría eran réplicas.
La policía de Thames Valley recibió una llamada en la madrugada como consecuencia de un robo que se había efectuado en la fábrica de Red Bull Racing en dicha localidad.
Al parecer un grupo de seis hombres se introdujo en el recinto automovilístico con dos carros, ambos, al parecer, con matrículas extranjeras.
Aunque no hay ninguna descripción de los delincuentes, se cree que todos eran hombres y que vestían ropa oscura.
No hubo que lamentar ningún daño personal en el personal de vigilancia de las instalaciones, pero más de 60 trofeos de la escudería fueron sustraídos.
Christian Horner, jefe del equipo, confirmó que "el valor material de los trofeos robados es escaso, máxime teniendo en cuenta que la mayoría eran réplicas, pero el daño moral es enorme, porque es el fruto de muchos años de trabajo en la Fórmula Uno".