El Tribunal de Mayor Riesgo B, presidido por la jueza Sara Yoc, sentenció a Pedro García Arredondo a 90 años de prisión, luego de declararlo culpable de asesinato, debido a que fue él quien ordenó la quema de la embajada de España el 31 de enero de 1980.
En el hecho murieron 37 personas, entre ellas el cónsul español, Jaime Ruiz del Árbol Soler, y sus compatriotas y empleados de delegación, Luis Felipe Sanz y María Teresa Vázquez. Entre los fallecidos también figura el padre de la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú.
En la lectura de la sentencia, la jueza Yoc detalló que, de haber actuado sin autorización de los altos mandos, los agentes de Policía Nacional que participaron en la quema de la Embajada nunca recibieron ninguna sanción por parte de las autoridades policiales.
Unido a esto, la Jueza también explicó que se probó que el acusado, García Arredondo, llegó al lugar a las 11:30 horas de ese día, "ejecutó órdenes de sus superiores y exigió al personal bajo su cargo que actuara".
Además, la Jueza dijo que la oportuna salida de García Arredondo de la embajada confirma que él sabía lo que iba a suceder, ya que después ocurrieron las explosiones.
También llegaron a la conclusión de que no fue una inmolación de los campesinos y estudiantes, ya que las tres bombas molotov que llevaban las personas que estaban dentro de la sede diplomática no eran suficientes para quemar toda la sede diplomática.
El abogado defensor de García Arredondo, Moisés Galindo, aseguró que se apelará la sentencia, debido a que considera que la misma Jueza aseguró desconocer quién puso el fuego allí.
La audiencia de reparación de víctimas se fijó para el 22 de enero próximo.