Obie es un perro salchicha, pero no cualquier perro salchicha. Obie era considerado el perro más gordo del mundo hasta que su nueva ama cambio sus hábitos alimenticios que sus previos dueños le impusieron.
El antiguo Odie, la versión sobrepesada, tenía que llevar un arnés especial que evitaba que su estomago rozara con el piso.
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Una dieta estricta, ejercicio en una caminadora, nadar, y una cirugía estética para eliminar el exceso de piel fueron los pasos que llevaron a este tierno salchicha a abandonar la lista de los más pesados de su raza.
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