El 2015 fue el año más improductivo del Congreso en la última década, los diputados aprobaron únicamente 14 decretos durante los 12 meses. Sin embargo, el gasto en horas extras no estuvo acorde al trabajo de ese organismo.
Según registros obtenidos por medio de la Unidad de Acceso a la Información Pública y analizados por Soy502, el parlamento gastó 9 millones 734 mil 742 quetzales como remuneración del tiempo extraordinario trabajado por 450 empleados. En total, la planilla del Congreso reportó 97 mil 362 horas extra, que sumado equivale a 11 años con 3 meses.
Los controles son escasos. Según varios trabajadores del Congreso, basta con que el diputado o el jefe de área autorice las horas extra para que se haga efectivo el pago.
El Secretario General del Sindicato de Trabajadores del Congreso (Sintracor), Alfredo Tumax, considera que se debe investigar el pago de las horas extra, porque si es tan elevado "significa que se está explotando al empleado".
Trabajar más de las 8 horas que la ley establece es rentable si se labora en el Congreso y más si se es cercano a quien tiene el poder. La secretaria del entonces presidente del Legislativo, Luis Rabbé, fue quien más se benefició con esta práctica.
El salario de 35 mil quetzales al mes no fue suficiente para Ruth Ángelica Az Fuentes, quien reportó horas extra todos los meses y en promedio recibió 12 mil 317 adicionales a su salario. Cada hora extra le representa un desembolso de 219.30 y durante todo el año recibió 147 mil 806 por 674 horas reportadas.
Entre los trabajadores que reportaron horas extra, quien cobra más caro es una técnica parlamentaria del bloque UCN. Cada hora extra que ella trabajó llegó a costarle al Estado 332.77 quetzales, debido a que su salario es de 53 mil 242.78.
Esta empleada reportó tiempo extraordinario en 11 meses de 2015 y en total recibió 112 mil 242 quetzales, tan solo de horas extra.
El bloque del Partido Patriota fue el que más gasto en horas extra generó. Sus 62 empleados reportaron 2 mil 308 horas, lo que significó un desembolso de 291 mil 585 quetzales. Mientras que el bloque PRI, que tenía dos diputados, fue el segundo en registrar un gasto elevado con 152 mil 256 quetzales; seguido de cerca por la bancada UCN, integrada solo por un diputado, con 151 mil 404.
El despacho del único integrante del bloque UCN, Mario Estrada Ruano, también generó el pago de 64 mil 690 quetzales.
El gasto a manos llenas empezaba por las cabezas del Legislativo, su presidente Luis Rabbé autorizó el pago de 425 mil 340 quetzales a los empleados bajo su mando, en tanto que el despacho del primer vicepresidente, Arístides Crespo, fue el que más caro le salió al Congreso, debido a que registró un gasto de horas extra por 984 mil 159.
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Manfredo Marroquín de Acción Ciudadana advierte que no existen controles en el Congreso para verificar si lo que se reporta se trabajó o es un pago de favores. "No hay registro, orden ni quién administre. Si son empleados de confianza del presidente generan más dudas", enfatizó Marroquín.
La Junta Directiva actual restringió el pago de horas extra. El Presidente del Congreso, Mario Taracena, reconoce que existe abuso en este cobro, por lo que quienes ganan más de 20 mil quetzales al mes no podrán cobrar tiempo extraordinario. "Suficiente buen sueldo tienen como para que pidan que se les pague horas extra", puntualizó Taracena.
Debido a los cambios en la Junta Directiva y en la mayoría de jefes de direcciones, ningún empleado del Congreso reportó horas extra en enero.
