El gigante estadounidense de la distribución en línea Amazon dejó de tomar pedidos anticipados de películas de Disney antes de su comercialización efectiva, abriendo así un nuevo frente contra uno de sus proveedores, informó el lunes el Wall Street Journal.
Amazon ya ha recurrido a este método en varias ocasiones, entre otros contra los estudios Warner. Si bien este último conflicto se solucionó, no ocurre lo mismo con el que enfrenta a Amazon al editor francés Hachette, que se intensificó este fin de semana.
Al restringir los pedidos anticipados, Amazon puede ejercer una influencia importante sobre el futuro comercial de un video.
El grupo estadounidense, cuya rentabilidad es baja y que lanzó hace unos días una advertencia sobre sus resultados, quiere así obtener un mejor reparto de ingresos con los editores y los estudios.
Amazon pidió el sábado a los lectores posicionarse en su conflicto con el editor Hachette Book Group (HBG), filial estadounidense del grupo francés Lagardère.
Para ello, el distribuidor en línea no dudó en hacer pública en una carta, publicada en la web readersunited, el correo electrónico del presidente de HBG, Michael Pietsch.
Animó a los lectores a escribirle para presionar en este conflicto comercial que dura desde hace más de cinco meses. Amazon sugiere entre otros que Lagardère acordó fijar los precios de los libros electrónicos en un nivel artificialmente alto.