La vida de Alma Ruiz se rodea con arte día y noche. La guatemalteca, radicada en Los Ángeles, California, es una de las curadoras más influyentes de Latinoamérica.
Su pasión por adentrarse a otras culturas, la llevó a estudiar en el extranjero, topándose con la "Historia del arte" y haciéndo de ella su profesión.
Sus 31 años en el Museo de Arte Moderno de Los Ángeles (MOCA) marcaron un antes y un después. Actualmente es curadora independiente, participando en muestras celebradas en Israel, México, Argentina, Panamá y Costa Rica.
La especialista toma este año la batuta, como curadora de la 20 Bienal de Arte Paiz, a celebrarse en 2016 y que, actualmente se encuentra en fase de recepción de trabajos.
La guatemalteca contó a Soy502, que el fin de toda Bienal es mostrar la manifestación de arte contemporáneo del momento para conocer lo que ocurre en el arte mundial y suscitar el debate.
La curadora cuenta que algunos artistas nacionales han llegado a comentar que la bienal es injusta, al limitar espacios para los locales, pero exalta que el propósito de la Bienal es, traer propuestas mundiales, para conocer tendencias globales, como ocurre en todo país que celebra esta exhibición masiva.
Ruiz invita a todos los artistas a enviar sus "dossiers", hasta el 30 de agosto de 2015, conteniendo los siguientes requisitos:
1. Hoja de vida (nombre completo, dirección electrónica, dirección de correo, teléfono fijo y celular.
2. Síntesis de la trayectoria artística, experiencia, temas tratados e intereses en un máximo de 250 palabras.
3. Diez o quince imágenes digitales de obras recientes, con su listado en un documento de word anexo. Las imágenes deben ser tamaño carta, con una resolución mínima de 300 dpi, en formato TIF o JPG.
4. Cada ficha técnica lleva: Nombre del artista, título de la obra, año, técnica, medidas, nombre del propietario si es diferente al del artista y valor aproximado.
Para Alma no hay fórmula para ser una "estrella", pues el arte es subjetivo, agregando que un buen artista debe tener ese "algo" que hace que su trabajo sobresalga, que sus ideas den voz propia a su trabajo, que sea inconfundible para quien lo observa y tenga la facultad de tomar lo "local" para volverlo "universal".
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