La captación de impuestos va de mal en peor. La Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) reportó, al 31 de mayo, 1 mil 900 millones de quetzales que le hicieron falta para alcanzar la meta programada, lo cual podría comenzar a comprometer el pago de salarios en instituciones del Estado.
Con las cifras publicadas por la Administración Tributaria, solo una extrema contención del gasto o la aprobación de una exorbitante deuda a través de la emisión de bonos del Tesoro podrían salvar al Gobierno de Otto Pérez Molina de una crisis financiera en las vísperas de la finalización de su mandato.
La SAT reportó una recaudación tributaria de 20 mil 959.9 millones de quetzales al finalizar mayo. El problema es que la meta para el quinto mes del año era de 22 mil 859.2 millones de quetzales, lo cual deja una brecha de 1 mil 900 millones.
El Impuesto Sobre la Renta (ISR) es uno de los que más bajó, ya que el año pasado, al finalizar mayo, se reportaron 6 mil 187 millones de quetzales, pero durante el mismo período del 2015, la captación fue de 5 mil 998.2 millones, con un crecimiento a la baja.
Agujero de 4 mil millones
Abelardo Medina, analista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), advierte que de continuar con el mismo ritmo de recaudación tributaria, al finalizar el año se tendrá un agujero de 4 mil 100 millones, “o más”.
Otro inconveniente, detalla Medina, es la ausencia del Impuesto a la Telefonía, el cual se encuentra suspendido por la Corte de Constitucionalidad. A la fecha, se han dejado de percibir 477 millones de quetzales. “Solo ese faltante es de ese impuesto, los 1 mil 400 millones restantes, es problema de la SAT”, añadió.
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Aumenta el gasto
Ante una situación de pocos ingresos, lo común sería que el Gobierno redujese el gasto público, pero esa no es la situación actual, ya que, según los cálculos de Medina, la Administración Pública incrementó su gasto un 10.1% respecto del año pasado, mientras que la recaudación tributaria solo creció 1.9% en un año.
Según el analista, la solución de Finanzas debe ser apretar el cinturón y reducir significativamente el gasto. “Priorizar gasto social: salud, educación y seguridad, los demás que nos perdonen, no hay plata”, añade.
Sin embargo, las intenciones de Finanzas son otras. Según destacó el viceministro Saúl Figueroa, se analiza la emisión de bonos por 4 mil millones de quetzales, pero estos deberían pasar por el Congreso, donde se prevé que no se aprobará nada.
En medio de este dilema se encuentra la elección del nuevo jefe de la Administración Tributaria, proceso que cuenta con solo tres candidatos, los cuales serán evaluados y, posteriormente, uno de ellos electo por Pérez Molina, quien tendrá la complicada misión de revertir la tendencia a la baja.
