La periodista y filóloga cubana Yoani Sánchez, conocida mundialmente por su blog Generación Y, donde describe de forma crítica la vida en La Habana y su periódico digital, 14ymedio, estuvo en Guatemala, invitada por la Universidad Francisco Marroquín (UFM).
Sánchez ha recibido varios de los reconocimientos más importantes del periodismo, como el premio Ortega y Gasset del periódico El País o el Maria Moors Cabot, otorgado por la Universidad de Columbia. Además, ha sido incluida varias veces en listas elaboradas por la prensa internacional de las personas más influyentes del mundo.
Aclamada como una heroína de la libertad por muchos, criticada por la izquierda como un instrumento del gobierno de los Estados Unidos, Sánchez habló con Soy502 de la situación actual de Cuba, de la esperanza de verla convertida en una democracia plena y de sus planes a futuro. Aquí, un resumen de la conversación:
El reinicio de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba ha tenido "un efecto muy pequeño" en la vida de los cubanos, cuya vida sigue prácticamente igual, sin mejoras sensibles en su situación económica o en el goce de las libertades, explica la bloguera.
Pese a ello, Sánchez sigue pensando que el acercamiento fue una decisión acertada, por razones políticas, en particular porque "la propaganda oficial en Cuba se ha quedado sin asidero ideológico".
La periodista explica que el gobierno cubano solía responsabilizar a Washington de los problemas económicos de la isla y de la necesidad de imponer restricciones a los ciudadanos. Ahora, según Sánchez, el régimen ha perdido ese argumento para justificarse.
Sánchez asegura que "la biología está marcando una tendencia", no solo para el futuro cercano de Fidel Castro y de su hermano Raúl, actual gobernante, sino para toda la llamada "generación histórica" de líderes revolucionarios cubanos. Como se trata de octogenarios, la periodista calcula que no les quedan más que unos cinco años de vida política activa.
Sin embargo, Sánchez no se ilusiona con un cambio rápido, pues más allá de un proceso de sucesión de personas, Cuba requiere de cambios culturales para transformar su sistema político. Por ello, la bloguera indica que es "optimista en el largo plazo", pero que sabe que todavía hacen falta "muchos años difíciles".
Para Sánchez, lo más importante de una posible transición política, es que se haga en paz, "sin derramamiento de sangre ni represalias ni venganzas", y que se produzcan reformas para establecer una economía de mercado. La bloguera añora también un cambio hacia una auténtica democracia, que permita un "parlamento plural", con diversos partidos políticos.
Sánchez menciona varios peligros, además de la violencia: que el actual régimen consiga "reciclarse" en una versión autoritaria, matizada con el otorgamiento de algunas libertades económicas, que se cree "un vacío de poder" o que la isla se convierta en un centro de operaciones del narcotráfico internacional. La periodista no considera que estos escenarios indeseables lleguen a materializarse.
El principal obstáculo para el establecimiento de un régimen democrático en Cuba tiene "dos nombres y un apellido: Raúl y Fidel Castro", asegura Sánchez. La bloguera también indica que los funcionarios de gobierno que "tienen sangre en las manos" pueden frenar los cambios, pues temen "ser llevados ante la justicia".
La bloguera reconoce que hay sectores de la sociedad, por ejemplo algunas personas mayores, que pueden sentir temor ante el cambio en Cuba, pues no sabrían cómo adaptarse a un nuevo sistema. Sin embargo, Sánchez sostiene que los jóvenes sí estarían abiertos a impulsar reformas sustantivas al sistema. Según la periodista, la mayoría de la gente "está hastiada" de un régimen que ha durado demasiado.
La autora de Generación Y está dispuesta a hacer concesiones al actual régimen. Dice que los sistemas de salud y educación en Cuba tienen un aspecto loable: la extensión de su cobertura, que es universal. Sin embargo, la bloguera matiza esa opinión y afirma que tampoco son la panacea, como suelen creer los sectores cercanos a la izquierda política de América Latina.
Sánchez describe un sistema de salud con carencias lamentables, donde la alta tecnología puede coexistir con la falta de medicamentos básicos. También afirma que pese a la calidad de los médicos, muchas veces los pacientes deben procurarse ellos mismos los insumos para ser atendidos. En cuanto a la educación, critica que esté completamente "ideologizada" y diseñada para inculcar la "obediencia", no el pensamiento crítico.
A diferencia de muchos cubanos, que emigran de la isla para no volver nunca, Yoani Sánchez salió de Cuba en el año 2002, con la intención de buscar una nueva vida en Europa. Se asentó en Suiza, pero al cabo de dos años y contra el consejo de sus amigos más cercanos, volvió. Lo hizo por "una razón muy sensible: la familia". La periodista no soportó estar lejos de los suyos. A su vuelta, decidió que no contribuiría a aquello que la "asfixiaba" en Cuba y por eso inició el blog Generación Y, que la convertiría en un personaje mundial.
La bloguera afirma con contundencia que su vida se centra en el periodismo. Aclara que no se considera "disidente", porque nunca creyó en el sistema. "Un disidente es alguien que estuvo involucrado y luego se aparta", recalca Sánchez. Ese no es su caso porque "no le dio tiempo de creer", pues cuando llegó a la vida adulta, el muro de Berlín había caído "y ya no había nada", dice.
Sánchez reconoce que ha hecho "activismo", pero a la vez, añade que se cuida de "abrazar causas". "Mi única causa es la libertad y la libertad informativa", afirma.
A diferencia de lo que ha ocurrido en medio oriente, en Venezuela o en Guatemala, donde las redes sociales han servido para atizar movimientos de protesta, Sánchez indica que en Cuba el uso de las mismas está más limitado. Sánchez explica que Twitter ha sido instrumental para darle a los cubanos un canal de expresión. Sin embargo, eso no quita que solo 5% de la población tenga acceso a internet y que conectarse sea caro, difícil y casi siempre por medio de un ancho de banda que no permite una buena navegación.
Adicional a ello, indica la creadora de Generación Y y el diario 14ymedio, los cubanos no suelen estar conectados a la red a través de teléfonos inteligentes. Según Sánchez, las redes funcionan "a ciegas": el emisor puede expresarse a través de ellas y publicar mensajes, pero no alcanza a ver lo que publica ni a interactuar.
El acceso al periódico digital que fundó Yoani Sánchez, 14ymedio, ha estado bloqueado en Cuba. La página de Alexa, que mide el tráfico de todos los sitios de internet que existen en el mundo ubica a 14ymedio en la posición 273 de Cuba, muy por detrás de otros medios que podrían incluir contenido crítico, como el Nuevo Herald (posición 10), un diario publicado en la Florida, o la cadena hispana Univisión (posición 106) o el periódico conservador español ABC (148).
Sánchez explica que en Cuba hay formas alternas de acceder a internet o a las publicaciones más críticas del régimen, sin estar conectado. Dice que la información circula de mano en mano en formato pdf, en "memorias flash" y que su propia publicación se distribuye a miles de suscriptores vía correo electrónico. De igual forma, indica que la gente en la calle la identifica y reconoce por su trabajo periodístico.
La periodista afirma que su apuesta no es por generar "clicks" y perseguir números, una tendencia que puede conducir "a la muerte del periodismo", sino por hacer un trabajo de calidad.
El periódico 14ymedio no vende publicidad y tampoco cobra por acceso al contenido. Muchos otros medios en situación similar, obtienen los fondos para operar de organizaciones o benefactores que apoyan a la publicación.
La bloguera cubana indica que ella está impulsando un modelo único en Cuba, que busca el autofinanciamiento y la sostenibilidad financiera, para garantizar la independencia del periodismo que hacen. Aclara que no reciben dinero de ninguna agencia del gobierno de los Estados Unidos ni de un partido político de ese país. Los fondos para sostener al medio provienen del dinero que ella obtiene de otras actividades, como la publicación de sus columnas en medios extranjeros, los ingresos de sus libros y premios internacionales. Ese dinero ha sido reinvertido en 14ymedio, asegura Sánchez.
Los periodistas que trabajan en 14ymedio son "colaboradores non profit", indica la periodista. Se trata de una redacción con cuatro personas a tiempo completo y un equipo de corresponsales y colaboradores ocasionales. Según Sánchez, ninguno de ellos podría cobrar por su trabajo periodístico, puesto que esto sería ilegal en Cuba. Su desempeño profesional se ampara en una licencia de mecanógrafos y los ingresos que generan vienen de otras actividades, como corresponsalías en el extranjero o colaboraciones académicas con universidades.
La bloguera afirma que su futuro está en el periodismo. En unos años, se ve a las dos de la mañana, trabajando en la redacción de 14ymedio, coordinando la edición de apertura del día siguiente. La política no la tienta y si acaricia un sueño, es fundar una escuela de periodismo en la isla.