El Papa Francisco se encuentra en una visita de seis días en México. (Foto: EFE)
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En la Catedral Metropolitana de México, el Papa Francisco brindó un duro discurso para estimular que haya cambios en la actitud de los representantes de la Iglesia Católica frente a problemáticas como el narcotráfico y la corrupción.
El mensaje expone frases que resultan en duras críticas a la forma de expresar la fe por los religiosos, donde además pide la unidad del cuerpo episcopal, no olvidar el peso del pasado histórico y además invitó a los obispos a enfocarse en la labor de la evangelización, dejando de lado “las cosas secundarias”.
Estas son las frases más importantes, dirigidas hacia los obispos y sacerdotes que presenciaban su discurso:
“Les ruego no caer en la paralización de dar viejas respuestas a nuevas demandas. ¡Ay de ustedes si se duermen en los laureles!”
“Sean obispos de mirada limpia, de alma transparente, de rostro luminoso. No le tengan miedo a la transparencia”
“La iglesia no necesita de la oscuridad para trabajar. No se dejen corromper por el materialismo y los acuerdos debajo de la mesa”
“La irreversible hibridación de la tecnología hace cercano lo que está lejano, pero hace distante lo que debería estar cerca”
“Dejemos al Padre asignarnos el puesto que tiene preparado para nosotros”
“Les ruego no menos valorar el desafío ético que el narcotráfico representa para la juventud y la entera sociedad mexicana. No se dejen corromper... No pongan su confianza en los carros y caballos de los faraones actuales”
“La gravedad de la violencia que disgrega y sus trastornadas conexiones no nos consienten a nosotros, pastores de la Iglesia, refugiarnos en condenas genéricas”
“Si no desciframos los sufrimientos del pueblo, sus necesidades, nada podremos ofrecer”
“Que nunca falte la paternidad de ustedes, obispos, hacia sus sacerdotes”
“Los indígenas de México aún esperan que se reconozca su riqueza”